EL ÁLBUM DE FRANCISCO LÓPEZ ALÉN
INTRODUCCIÓN
Gracias a la infatigable afición de mi padre José Luis Leclercq por la historia de nuestra ciudad, tengo en mi poder la reproducción fotográfica, realizada por él mismo, del álbum de fotos de mi antepasado Francisco López Alén.
Este personaje que forma parte de nuestro pasado fue un notable estudioso de nuestras costumbres, folklore e historia, por lo que desarrolló múltiples y diversas actividades en cualquier campo que fuera innovador en su tiempo, la segunda mitad del siglo XIX. Fue un reconocido historiador, periodista, fotógrafo, y hasta se le otorgó el título de cronista de la ciudad de San Sebastián. Miembro de la Real Academia de la Historia y las Bellas Artes de San Fernando y director de la revista Euskal-Erria. Entre sus trabajos destaca también el de Director de la Biblioteca Municipal de nuestra ciudad. Se casó con Paulina Leclercq, de aquí mi entroncamiento familiar con él, pero lamentablemente su prematura muerte, en 1910 a los 44 años de edad, nos privó de muchas investigaciones y descubrimientos sobre nuestro pasado y costumbres que sin duda hubiera efectuado.
En este álbum de fotos hay muchas que son conocidas, y otras inéditas. Creo que era costumbre en la época el hacer copias de los negativos y distribuirlas entre los amigos, ya que de otra manera no se explica cómo muchas de las impresiones fotográficas, con sus copias originales, se encuentran en una colección desconocida para el público, pero ya han sido publicadas en diversos medios.
De las fotos más destacables, haré algunos comentarios y matizaciones, ya que a mi humilde entender, hay una lamentable laguna entre los historiadores actuales sobre los temas militares que han, para bien o mal, influido tanto en la vida cotidiana de nuestros antecesores.
En esta primera "entrega", me limitaré únicamente a las fotografías que muestran las fortificaciones de la ciudad. Analizaremos en detenimiento los detalles que aparecen en algunas de ellas, ya que si nos "sumergimos" en lo que esos "momentos detenidos del tiempo" nos muestran, veremos que algunas partes de nuestra ciudad, hasta ahora sólo conocidas por los comentarios en artículos y libros, son visibles, por fin reales, ante nuestros ojos. Algunas de estas construcciones jamás me hubiera figurado poder llegar a ver. La imaginación es importante, pero la realidad muchas veces la supera.
Fdo. JOSÉ MARÍA LECLERCQ SÁIZ
FOTO Nº 1.
Se trata de un cuadro de López Alén, según reza la firma de su parte inferior derecha. Su enorme afición a la historia de la ciudad y sus murallas le motivaría, sin lugar a dudas, a la realización de este estudio en el que se ven representadas las principales partes de las mismas, justo antes del fatídico año 1813.
Aparece firmado por López Alén y es del año 1899, ya que la reproducción fotográfica que vemos está realizada por L. Moyua y fechada en ese mismo año.
Lo más destacable, es la vista de la zona que se vió afectada directamente por el ataque de las tropas alidas en 1813, es decir, el baluarte de Santiago o del Gobernador, los cubos de Hornos y de Amézqueta, y el baluartillo de San Telmo, que tanto daño ocasionó entre las filas anglo-portuguesas.
FOTO Nº 2.
Nuevamente nos encontramos ante una fotografía de un cuadro de López Alén, en la que se nos muestra el aspecto que tendría San Sebastián entorno a principios del siglo XIX, antes de la Guerra Napoleónica.
Aparece firmado por López Alén y es de 1899, igual que el anterior, ya que la reproducción fotográfica que vemos también está realizada por L. Moyua ese mismo año. Es propiedad del Museo de San Telmo de San Sebastián.
En la ampliación superior señalo las distintas partes de las murallas que se pueden ver representadas.
FOTO Nº 3.
Antiquísima fotografía de la Puerta del Muelle, conocida actualmente como Portaletas, que pese a la fecha anotada en su parte inferior de puño y letra de López Alén,1864, creo que sería bastantes años más antigua. Personalmente me atrevería a datarla como anterior al año 1856.
En la foto se puede ver una segunda puerta tras la primera, la conocida como del Ingente, que se abrió en el año 1851, buscando una mejor comunicación de las mercancías del puerto con la ciudad y alrededores, tras la ampliación del mismo ese año, en que se procedió a construir el muelle llamado Kai-berri, entre otras muchas reformas.
La entrada fortificada que vemos en primer plano fue demolida y reemplazada por otra, realizada a imagen de la puerta del Ingente en 1856, por lo que difícilmente puede la fotografía ser posterior a este año.
Seguramente estemos ante la fotografía más antigua que he visto de San Sebastián.
En ella vemos varios puntos destacables de esta fortificación que ha permanecido prácticamente desconocida y que trataré de detallar un poco con la ayuda de este esquema.
1º Vemos el cuerpo de guardia que se encargaba de proteger al retén encargado de su vigilancia. Se trataba de una construcción con techo a dos aguas recubierto de tejas. Se pueden ver algunas aberturas o ventanas en su pared, estrechas por claros motivos defensivos. Pirala, a principios del XX, la dibuja con sólo uno, pero parece que hay alguno más, si estudiamos mejor las sombras y claro oscuros de la pared.
2º Encima de la fortificación, sobre el arco que servía de entrada a la ciudad, se ve una plataforma, capaz para dos piezas de artillería según palabras del historiador militar Fernando Mexía. También distinguimos una tronera.
Curiosamente, en el grabado de Pirala aparece esta construcción, fechable entre los años 1531-35, realizado sin lugar a duda copiando esta fotografía. Aparece incompleta, ya que el autor equivoca el arranque de la tronera (número 3) con el final de la plataforma superior, que originariamente se internaría hacia el muelle llamado Kai-buru, en punta, cerrando la línea de murallas del muelle con este malecón, tal y como se aprecia en el siguiente plano de 1744.
Con el número 4 señalo la línea de muralla que actualmente conocemos, pero que podemos ver en la fotografía con su altura original, ya que la hoy existente es menor en 2'70 metros, como consecuencia de una nueva remodelación sufrida el año 1879.
El número 5 señala la puerta llamada del Ingente, por encontrarse construida en el lugar en que se encontraba esta fortificación. Se construyó como ya he señalado el año 1851, y se demolió en 1871, ya que tras la desaparición del cinturón amurallado perdió totalmente su utilidad. Su diseño sirvió para la posterior remodelación de Portaletas, de la cual aún pueden entresacarse algunas restos del antiguo diseño.
Finalmente con el número 6 señalo las construcciones que se adosaban a los muros, para servicio de la aduana y las gentes que trabajaban en el puerto.
En algunos trabajos he leído que disponía de tres entradas, orientadas como la actual puerta que conocemos, pero esto es totalmente incierto, ya que la pared que daba hacia la bahía estaba totalmente cerrada, con la finalidad de cortar cualquier intento de flanqueo de tropas atacantes contra el lienzo del puerto. Disponía, en efecto de tres aberturas, tal y como queda reflejado en el plano realizado para las reforma del puerto de 1851, pero no con la orientación actual. La más pequeña miraba hacia las oficinas de la aduanilla, otra, la mayor, hacia el puerto, y la tercera es la que comunicaba el conjunto con la calle del Puerto y el interior de la ciudad. Las dos primeras eran accesos "en codo", no permitiendo la entrada en línea directa dentro de la ciudad.
Este detalle lo podemos comprobar mejor aún en la ampliación que muestro a continuación, realizada sobre una acuarela de Richard Lyde Hornbrook, Capitán de la Legión Auxiliar Británica, destinado en San Sebastián entre los años 1836 - 37. En ella se ve la puerta, su terminación en punta y el refuerzo de la pared del muelle, hacia el exterior.
El único acceso a la playa desde el interior de este lugar se efectuaba mediante unas escaleras de bajada al arenal, conocido como de la lastra, que bajaban desde Kai-buru, tras abrir una pesada puerta de hierro. Este detalle esta mencionado ya el año 1849, y es recogido por la revista Euskal-Erria en 1892.
Como puede verse en la imagen superior, de un grabado de 1845, la pared que presentaría, vista desde el exterior de la ciudad, es claramente acorde al resto de fortificaciones defensivas.
Estado actual de Portaletas, en la que se puede ver la altura original de la muralla, antes de su reducción en 2'70 metros, coronando el arco interior del conjunto.
FOTO Nº 4.
Conocidísima fotografía de la puerta de tierra de San Sebastián, vista desde el exterior, tomada antes de 1863, año en que fue derribada. Se puede ver el puente que unía el hornabeque de San Carlos con la plataforma existente junto a la muralla y cubo imperial, así como la impresionante y potente pared lateral del mismo. En esta se distingue una de las dos troneras de flanqueo de este lado de la cortina.
Como se puede ver el puente es de madera, hecho tácticamente resaltable, ya que en caso de necesidad puede ser quemado o desmontado, impidiendo el libre acceso por este lugar.
También es interesante ver el escudo, carente de toda ornamentación, que observamos sobre el dintel de la puerta. Era en su origen un escudo real de Felipe II, realizado por Pierres Picard, imaginero francés, autor entre otras obras de la fachada de la Universidad de Oñate. En él podía leerse:
"Philipo II Hisp. Regi S.P.Q. Easonensis dicavit 1577"
(A Felipe II Rey de España el Concejo y Pueblo de San Sebastián dedicó este monumento,
año 1577).
Desgraciadamente fue bárbaramente destruido por las tropas de ocupación francesas durante la guerra de la Convención (1795). En esta puerta se realizó una modificación importante el año 1564, ya que las autoridades militares entendieron que era demasiado grande para facilitar una defensa apropiada, por lo que fue acortada.
FOTO Nº 5.
Conocida fotografía de la monumental Fuente del León, llamada así por el animal representado en bronce que la coronaba, y que actualmente se puede visitar en su nuevo destino, esta vez en secano, en el centro de la plaza de Lasala, de la Parte Vieja donostiarra.
La fuente se encontraba adosada al lienzo de la muralla de San Sebastián, tal y como muestro en el plano superior, ennobleciendo la llamada Plaza Vieja y la puerta de tierra, espacio que ven los visitantes nada más cruzar el último cinturón defensivo. Fue destruida como consecuencia de las obras de demolición de la muralla en el año 1863.
Fotografía del león de bronce en la actualidad, sobre su pedestal en la plaza de Lasala, sin el chorro de agua que durante siglos refrescó a los donostiarras que acudían a su fuente para llenar los cántaros o dar un sorbo que aminore la sed en nuestros calurosos y húmedos meses del verano.
FOTO Nº 6.
En la inscripción de la página que reproduzco podemos leer:
"Esnetei Kalea = Calle de Narrica y al fondo la muralla y la casita contra el lienzo. Año 1860".
Pocas imágenes existen tomadas en el interior de la ciudad que nos muestren tan claramente el ambiente claustrofóbico que tenían que tener nuestros antepasados, oprimidos por un cinturón defensivo de tales dimensiones.
FOTO Nº 7.
Al pie de esta fotografía se lee:
"Esnetei Kalea = Calle Narrica y al fondo la muralla, año 1860".
Imagen similar a la anterior, con la única diferencia de que en esta se nos indica, por la profusión de toldos, que se tomó en verano. El último de los toldos, el más cercano al final de la calle tiene un cartel encima que casi ha llegado hasta nuestros días. Lamentablemente ha desaparecido hace pocos años, víctima de una restauración de la fachada de la tienda. Es la archiconocida sombrerería Ponsol, que para esas fechas ya llevaba funcionando nada menos que dos décadas. Era regentada en esos días por Bernardo Ponsol, trabajo que continuó su hijo Agapito, y finalmente siguió, tras su jubilación, mi familia, los Leclercq.
FOTO Nº 8.
En la frase escrita podemos leer:
"Errege Soroa o campo de maniobras al lado del Cubo Imperial el año 1860".
Seguramente se trate de la plataforma del hornabeque de San Carlos, y en ella vemos formado un escuadrón de caballería, ante la curiosa mirada de muchos y muchas donostiarras, algunas de las cuales intentan proteger su blanca tez gracias a las socorridas sombrillas, tan de moda en esos años.
FOTO Nº 9.
Típica estampa en la que se ve a los bueyes y su pastor al pie de la muralla del muelle, que se encuentra enfoscada, sin la cara vista de sus sillares, y con su altura original, que como ya he señalado en el comentario de la foto nº 3, perteneciente a Portaletas, la perdió el año 1879.
FOTO Nº 10.
Impresionante imagen de la plataforma superior del Cubo Imperial, anterior al año 1863, año en que fue demolido, en la que se pueden ver incluso las piezas artilleras que defendían la plaza. La imagen está tomada desde su parte posterior izquierda, y se puede notar claramente el remate de las troneras, con esa inclinación del adarve que le hacía tan característico.
FOTO Nº 11.
Fotografía del año 1862 tal como reza la inscripción de López Alén a pie de página.
Muy similar a la anterior, se ve la plataforma superior del Cubo Imperial, con la diferencia de los árboles, que lógicamente son los que existían en el paseo, muy utilizado por los donostiarras de entonces, que separaba la muralla y el hornabeque de San Carlos, tal y como se ve en el grabado realizado por Ángel Pirala a finales del siglo XIX.
FOTO Nº 12.
Imagen de 1862 de las casas que estaban adosadas a la muralla, formando uno de los laterales de la desaparecida Plaza Vieja de San Sebastián, actual Boulevard. El concurrido paseo de hoy, guarda en la línea de las casas más cercanas a la Parte Vieja los antiguos límites de ese antiguo espacio.
Estas edificaciones fueron de las escasas que sobrevivieron al desastroso incendio de 1813. Rompiendo esta línea de viviendas, se observa el arco de acceso a la Puerta de Tierra, tal y como la veían nuestros antepasados hasta 1863, año en que fue demolido todo el conjunto.
Podemos apreciar claramente que la parte superior de la muralla presenta un aspecto de abandono, consecuencia clara del destino que ya se entreveía llegar a las fortificaciones, por lo que estas se encontrarían ya sin los necesarios trabajos de mantenimiento para su correcta conservación.
En el siguiente cuadro de Petite de Meurville, se puede ver esta zona de tejados y plataforma superior de la muralla con gran profusión de detalles.
FOTO Nº 13.
En esta imagen correspondiente a 1862,se aprecia las casas adosadas a la muralla del frente de tierra que forman uno de los lados de la calle del Pozo, ya que contaba con uno, al que los donostiarras acudían a llenar sus cubos y baldes.
Con el número uno está señalado el Baluarte de Santiago, que tanta importancia tuvo en los acontecimientos de 1813. Con el dos la calle, con las casas que también sobrevivieron al terrible bombardeo y posterior incendio de la ciudad. Son testigos mudos de esas horribles jornadas, que, medio siglo después, sucumbieron ante las piquetas de los donostiarras. Finalmente, con el tres, señalo la parte superior de la muralla principal de la ciudad en su frente de tierra.
FOTO Nº 14.
En esta fotografía de 1862, se ven muchas partes de San Sebastián que me gustaría destacar una por una, ya que pocas veces se han podido observar de manera tan clara.
Ayudándome de este esquema será mucho más fácil:
(1) Baluarte de San Felipe.
(2) Puerta de acceso al muelle conocida como del Ingente. Fue demolida, como ya he indicado en 1871, tras veinte años de servicio.
(3) Muelle llamado Kai-berri, al ser el más moderno de todos. Se construyó en la reforma del puerto del año 1851.
(4) Muelle conocido como Kai-buru. Había sido hasta 1851 el más exterior del puerto, sirviendo como cierre entre la rada y la bahía.. La rada que se ve no existía antes de ese año. Era parte de la bahía de la Concha. Su grosor tampoco es el original, ya que fue notablemente ensanchado durante la reforma.
(5) Esclusa del puerto. Siempre hubo grandes problemas con la baja mar y el poco calado del puerto, por lo que se ideó esta esclusa para que los mercantes no quedasen varados en los fondos. No fue muy útil, ya que las puertas se pudrían fácilmente, desencajándose, y el hecho de estar dentro de la esclusa, a pesar de no haber varado el barco, impedía que este zarpase .
La verdaderamente importante es la siguiente ampliación de la fotografía que detallo punto por punto.
(1) La muralla del puerto, con el punto de unión con la del frente de tierra (2), con esa curva característica, y la puerta ya mencionada del Ingente. La muralla conserva su altura original, ya que recuerdo que fue derribada 2'70 metros de altura de su lienzo.
(3) Muralla del frente de tierra, en la que destaca de manera sobresaliente el Cubo Imperial o Caballero, desde el que se dominaba todo el sector.
(4) Delante de él, podemos apreciar el muro exterior del hornabeque de San Carlos, que estaría protegido por el foso (6).
(5) Distinguimos perfectamente el baluarte de San Felipe, con sus troneras apuntando hacia la bahía. Antes de la construcción de esa rampa en curva que servía para desviar las olas y que estas no rebotasen hacia la boca del puerto, esto sucedía continuamente, ya que antes morían directamente contra su muro.
(7) Cerrando ese foso, aparece otro muro o contraescarpa, que sostiene el terraplén o glacis que protege a las fortificaciones anteriores y a el revellín del fuego artillero. Encima de este muro, justo al borde del mismo, se encontraría el camino cubierto, desde el que los franceses molestaron mucho a los británicos, cuando estos ocuparon el destruido barrio de San Martín.
FOTO Nº 15.
Instantánea del frente de tierra y de la Zurriola, tomada el año 1863 según indica la inscripción que existe en la página, a su pie. En la misma se puede ver que las obras de demolición de las fortificaciones pertenecientes al frente de tierra ya han comenzado.
En la ampliación superior detallo las distintas partes de las defensas que se pueden distinguir en la fotografía.
FOTO Nº 16.
Fotografía tomada en 1863 desde el alto de San Bartolomé, en la que se aprecia en primer término el barrio de San Martín, así como los trabajos de demolición de las murallas del frente de tierra, y del cubo imperial o caballero.
FOTO Nº 17.
La muralla ya está abierta, y delante del boquete todavía podemos ver las troneras del hornabeque de San Carlos, y se adivina, aún más en la punta, las del revellín de San Nicolas.
Es muy curiosa la vista del cementerio de San Martín, ya que generalmente sale en todas las representaciones carente de arbolado. López Alén hace referencia a Don Sebastián de Miñano, político, escritor, geógrafo, científico, etc, que murió en el exilio en Bayona, ya que era afrancesado, y que fue enterrado en este cementerio en 1845.
FOTO Nº 18.
Nueva instantánea del año 1863 tomada desde la orilla opuesta del Urumea, en la que se ve la nueva brecha abierta en la muralla, a consecuencia de los trabajos de demolición, medio siglo después de la efectuada por nuestros "aliados", y que tan sangrientas consecuencias tuvo para nuestros antecesores.
FOTO Nº 19.
Fotografía tomada en la primera mitad de 1864 en la que se ve el estado de las obras de derribo del cubo imperial y del sector del frente de tierra perteneciente a la calle del Pozo, es decir, a las casas que se pueden contemplar en la fotografía anterior (nº13).
En la instantánea se ven a cuatro de los trabajadores, así como una de las bóvedas subterráneas del Cubo Imperial que ya empieza a asomar a la luz. La cantidad de escombro que se aprecia nos da una idea del grosor de los muros de esta fortificación.
FOTO Nº 20.
Fotografía de la misma zona que la anterior con los trabajos más adelantados. Tal y como reza el apunte, está tomada el día uno de Octubre de 1864. Las casas de la calle del Pozo ya han sido derribadas, quedando de ellas únicamente la impronta de las paredes interiores, con los colores que decoraban sus estancias.
Si tomamos como referencia el saliente o contrafuerte de la muralla y lo superponemos a la foto anterior (nº 19), vemos el lugar exacto de las casas.
La demolición del Cubo Imperial sigue su curso, asomándose a la luz alguna bóveda más. Se ha construido un raíl con vagonetas para facilitar el acarreamiento de los escombros hacia la zona de vertido.
FOTO Nº 21.
La inscripción dice:
"Rellenando la parte de la Zurriola, se ven algunos detalles, en primer término, de las murallas, y San Sebastián nuevo se halla todavía limpio sin ninguna construcción.
Esta fotografía está hecha el año 1864"
La entrada de mar de Santa Catalina se ganó rellenándola con los escombros procedentes, en su mayor parte del Cubo Imperial.
FOTO Nº 22.
La anotación reza:
"Puente y Paseo de Santa Catalina y trasera de la calle de Legazpi en 1863. Vista tomada desde el lienzo izquierdo del Cubo Imperial".
Se aprecia la línea de los raíles de las vagonetas que transportan los escombros del Cubo Imperial. Se ve como estos están siendo utilizados para desecar el entrante del mar que existía en el barrio exterior de Santa Catalina, haciendo de este una pequeña península que se comunicaba con la otra orilla del Urumea gracias al puente, entonces de madera.
FOTO Nº 23.
La anotación dice:
"Vista general de San Sebastián tomada desde la cumbre del monte Urgull en 1863".
Me inclino a datarla mejor en el año 1865 como mínimo, ya que las murallas han desaparecido totalmente, y ya existe el arco triunfal para recibir a la reina Isabel II, levantado ese año.
En el puerto se ven sus dos puertas, la del Ingente (derribada en 1871), y la de Portaletas, que ya ha sido reformada a imagen de la anterior. La del Ingente ya ha perdido toda utilidad, al haber desaparecido los muros que cerraban la ciudad a su alrededor.
En la línea de casas que limitan la ciudad con la enorme explanada nacida tras la desaparición de las defensas, vemos un pequeño entrante correspondiente a la que hasta ese momento fue la Plaza Vieja de la ciudad, centro de tantos festejos y trifulcas entre militares y civiles.
FOTO Nº 24.
El pie de foto, escrito por López Alén, dice:
"Tras de la iglesia de San Vicente. La muralla y casas antiguas que se derribaron con motivo del nuevo barrio de Salamanca, los últimos detalles de derribaron en 1889".
Se aprecia el lienzo de la sufrida muralla de la Zurriola, que más o menos discurriría paralela entre las actuales calles Aldamar y San Juan.
FOTO Nº 25.
La brecha una vez derruida la muralla, el año 1866.
Se ve al fondo el arranque de lo que queda de la muralla del frente de la Zurriola, con unas escaleras de acceso a su paseo de guardia, esta vez, suponemos, para el disfrute de los donostiarras de entonces.
Cuando se reconstruyó la ciudad tras el incendio, los militares obligaron a dejar despejada esta zona adyacente a la muralla, ya que había quedado claro que se trataba de la parte más expuesta de toda la fortificación. Cincuenta años antes, aquí se habían derramado ingentes litros de sangre, como consecuencia de la insensatez de la guerra.
Ningún monumento recuerda esas luctuosas jornadas a los donostiarras de ese tiempo, solamente ha perdurado el nombre del espacio vacío, La Brecha. Los propietarios de los solares expropiados, tuvieron que estar litigando con las autoridades militares casi medio siglo, hasta verse resarcidos por sus pérdidas.
FOTO Nº 26.
Otra fotografía de la escalera de acceso a la muralla de la Zurriola, con el detalle de las casas que se encuentran adosadas al lienzo, y que desaparecieron junto a la fortificación cuando esta fue derruida para construir el ensanche Cortázar y el nuevo barrio de Salamanca.
Esta fotografía es posterior a la anterior, ya que podemos notar que la plaza ha sido urbanizada con una acera en su parte central. Sospecho que la reproducción del cliché ha sufrido algún retoque, ya que la farola está misteriosamente "cortada" por la mitad.
FOTO Nº 27.
La frase dice:
"Año 1874, trinchera contra los carlistas, hoy, poco más o menos, por la calle de San Marcial".
Vemos un muro fuertemente armado a base de aspilleras, construído en mampostería y ladrillo. En la primera de sus esquinas dispone de una caseta de vigilancia, y en la segunda un fortín, donde se refugiaría, seguramente, el retén de guardia. Su trayecto se limita únicamente a la protección de las casas de la ciudad de San Sebastián, aprovechando algunos muros de estas para su progresión y cierre.
FOTO Nº 28.
En la hoja se puede leer:
"Calle de Vergara hasta el principio de la de San Marcial. La calle está cerrada con trincheras de la guerra carlista, año 1875".
En efecto, podemos distinguir el muro con sus aspilleras para proteger a la tropa de fusilería, realizado a base de adoquines y ladrillos.
Paradojas del destino, una docena de años han pasado solamente desde que nuestros antepasados se libraron del cinturón de las murallas, y rápidamente tienen que volver a construir otra ante los peligros de la nueva guerra civil. San Sebastián se enfrentaba nuevamente al resto de la provincia.